martes, 27 de enero de 2015

EL RETORNO

EL RETORNO
( Por el derecho a una sana convivencia)

Andrea desde siempre fue una gran coleccionista. Primero coleccionó  papelitos de colores, después figuritas , más tarde  bichas y colitas, lo interesante  es que ella  no sólo juntaba objetos,  sino que los clasificaba y fabricaba los recipientes  donde los iba  a alojar.
Comenzando tercer grado desarrolló gran pasión por el mundo de las palabras y se fascinó escribiendo.
 Esta fue la razón que la llevó a coleccionar palabras y frases," pero no cualquier palabra o frase", sino aquéllas que le pegaban fuerte en el corazón para arrancarle una sonrisa o entristecerla , esas que a veces la alegraban y otras lamentablemente  la enojaban.
Como siempre preparó los contenedores para guardar sus nuevos tesoros y para ello forró dos cajas: Una de color rosa a la que le dibujó una gran sonrisa para guardar las palabras "Agradables" y otra de color negra a  la que no le dibujó nada para guardar las palabras "Desagradables"
Cuando  una persona   le regalaba una palabra que le hacía brincar el corazón de alegría  la retenía en su mente y al llegar a su casa la escribía en un trocito de papel blanco,  al pie del mismo ponía  el nombre de quien lo había hecho y lo guardaba en la caja rosa.
 Lo mismo hacía cuando alguien le decía una palabra desagradable que paralizaba su corazón por un instante, pero esta vez lo guardaba en la caja negra.

En la caja rosa vivían tranquilamente un:"TE QUIERO" con un : "GRACIAS",   "ADELANTE"; "LO LOGRARÁS"; ¡SUERTE!, "QUE TE VALLA BIEN" "¿TE AYUDO? y muchas otras palabras lindas. Cuando  se acercaba a la misma le  parecía escuchar una música suave y contagiosa.
Mientras que en la caja negra discutían un: "NO TENGO TIEMPO con ¡VOS NO TE METAS!!; ¡ASÍ NO SE HACE!, ¡SOS INÚTIL!¡NO TE AGUANTO MÁS!, UNA BURLA  y hasta insultos que no me animo ni  siquiera a escribir. Cuando se acercaba al recipiente sólo se oían golpes.
A medida que el tiempo pasaba las cajas engordaban hasta que una noche de tormenta  ocurrió algo inesperado.
En el pueblo llamado  "El Retorno", de donde era oriunda nuestra coleccionista,  se formó una ráfaga de viento muy fuerte que  se dirigió hasta la casa de Andrea, abrió las ventanas de un portazo y en un  giro robó todos los  papelitos que ella guardaba cuidadosamente .
 Después partió por el mismo lugar donde había entrado.
Ella quedó desconcertada mirando desde la cama  lo ocurrido...Pero parece que la ráfaga tenía un propósito:
"llevó a cada integrante del pueblo sus propias palabras."

Así fue como María en la mañana se encontró con un mensaje en su ventana  que le deseaba ¡Suerte!  y Andrés con uno que le decía ¡Adelante!. Esto les dio mucha satisfacción y aunque desconocían el origen del misterioso hallazgo  guardaron los papelitos para siempre porque reconocieron sus palabras.
El problema lo tuvieron los que encontraron al lado suyo un:¡Sos inútil!, ¡No tengo tiempo! o algún insulto porque quedaron helados pensando cuántas veces  habían dicho eso mismo . Esto  les causó  tal  pena que hicieron el propósito de no volverlas a repetir rompieron rápidamente el papelito avergonzados .
Desde ese día los turistas que visitan "El retorno" quieren quedarse a vivir allí, y no es por el paisaje sino por la cordialidad de la gente. .El pueblo ha crecido  muchísimo y estaría muy bueno que fueras a conocerlo.
 Andrea no tiene ni idea que a ella se  debe el cambio de actitud en sus  habitantes. Ahora mismo  está buscando qué otra cosas puede coleccionar.                                                                                                                                                                           Adriana Helena

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